miércoles, 3 de julio de 2013

Arte bizantino. Mezquita Azul

Mezquita Azul

Mezquita Azul
Mezquita Azul
Mezquita Azul, interior
Interior de la Mezquita Azul
Mezquita Azul patio
Mezquita Azul desde el patio
La Mezquita Azul es la mezquita más importante de Estambul. Su nombre en turco es Sultanahmed Camii, Mezquita del Sultán Ahmed, ya que fueconstruida por el Sultán Ahmed I entre 1609 y 1616. Fue inaugurada en el año 1617 durante el mandato de Mustafá I.

Arquitectura

La cúpula central tiene 23 metros de diámetro y 43 metros de altura.
La Mezquita Azul cuenta con seis minaretes lo que, en el momento de su construcción, provocó mucha polémica, ya que la Meca también tenía seis. Posteriormente y para apaciguar a los fieles, en la Meca se construyó un séptimo minarete para marcar la diferencia.

Interior

Al entrar en la Mezquita Azul se entiende el por qué de su nombre: hay más de 20.000 azulejos de color azul que adornan la cúpula y la parte superior de la mezquita. Todos los azulejos fueron llevados de la ciudad de Iznik (Nicea).
La iluminación de la mezquita proviene de sus más de 200 vidrieras y de las lámparas que cuelgan del techo, que contienen un huevo de avestruz para que las arañas no hagan telarañas.
Es una mezcla de arte bizantino y arquitectura islámica tradicional, encontrando elementos de ambos estilos artísticos.  Está situada frente a la Iglesia de Santa Sofía, separadas ambas por un hermoso espacio ajardinado.



POR ALEJANDRO QUIROZ LEAL


Cultura romana, el coliseo y las naumaquias.


Hola.

Me gustaría compartir con el grupo algo al respecto de la cultura romana que por el motivo que haya sido no se pudo ver en clase, es acerca de los espectáculos del coliseo, en específico de las naumaquias y hago el comentario al respecto porque se me hace algo interesante viéndolo desde el punto de vista de ingeniería, ya que debió suponer un gran reto en aquel entonces y a la fecha no puedo imaginar que hayan logrado elaborar un espectáculo de tal magnitud, yo se que no tiene relación con el arte pero creo que el llegar a elaborar una obra de este tipo requiere la misma dedicación que la del propio artista. 


Los grandes juegos romanos no sólo consistían en luchas de gladiadores y ver morir prisioneros entre las fauces de animales salvajes. Durante la celebración de estos juegos, que duraban varios días e incluso semanas, se celebraban varios tipos de espectáculos para deleite y regocijo del pueblo romano. Lo más conocido, sin duda, eran las peleas de gladiadores, pero además se celebraban “combates de tropas” en donde se enfrentaban entre sí a dos pequeños ejercitos. Tambien se realizaban grandes desfiles llamados “Pompa”, se representaban dramas y comedias y se competía en carreras de bigas(carro de dos caballos) o cuádrigas(cuatro caballos). 

Una de las cosas que más agradaban al pueblo Romano eran las “Venationes” que eran los espectáculos donde participaban animales exóticos traídos de las tierras conquistadas. Al principio comenzaron siendo simples exhibiciones de fieras, pero como supongo que la simple contemplación de animales les resultaba aburrido , empezaron a surgir algunas variantes como la lucha entre fieras(de la misma especie o diferentes), la lucha de hombres y fieras o simplemente arrojar los prisioneros como forma de deshonroso castigo.

Pero sin duda el más espectacular y colosal espectáculo de todos los que se celebraban eran las Naumaquias. La primera naumaquia conocida fue la ofrecida por Julio César al pueblo de Roma en 46 a.C., durante la celebración de su cuádruple triunfo. Tras haber hecho construir una piscina cerca del Tíber, capaz de albergar auténticas birremes, trirremes y cuatrirremes, la representación movilizó a 2.000 combatientes y 4.000 remeros, reclutados entre los prisioneros de guerra. Después fue Augusto quién ofreció una naumaquia que tomó como modelo la celebrada por César. Para ello hizo construir en la margen derecha del Tíber una piscina en la que se enfrentaron 3.000 hombres (sin contar los remeros), 30 navíos dotados de espolón y numerosas unidades más pequeñas. Luego vino Claudio quién organizó en 52 d.C. una naumaquia en una vasta extensión natural de agua, el lago Fucino. 




Las naumaquias, además, tenían la particularidad de desarrollar temas históricos o pseudohistóricos. Así cada una de las flotas que se enfrentaban encarnaba a un pueblo famoso por su poderío marítimo en la Grecia clásica o en el Oriente helenístico: las flotas de Egipto y Tiro para la naumaquia de César, Persia y Atenas en la de Augusto, navíos de Sicilia y Rodas en la de Claudio.

A la fecha no se sabe a ciencia cierta cómo se lograba la inundación de los anfiteatros.

Erick Vargas.









FRA ANGELICO


FRA ANGELICO: CORONACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA CON FUNDADORES DE ORDENES Y SAN PABLO.

Fraile antes que pintor, Fra Angélico represento el enlace con el gótico en Florencia. Su sentido curvilíneo y sus colores dorados recuerdan el estilo internacional y a la escuela de Siena. Pero la concepción que tiene del volumen expresa la irrupción de un nuevo elemento en la pintura.

Sus obras, hechas en colaboración con sus discípulos, a menudo frailes compañeros suyos, se basaban en esquemas miniaturistas heredados de su maestro Lorenzo Monaco, lo que hace de Fra Angélico un artista de fondo medieval. Incluso así, su ideología se expresaba con un lenguaje pictórico moderno, que encontró en la pintura revolucionaria de Masaccio.

Es el pintor de las Anunciaciones (una de ellas se encuentra en el Museo del Prado), donde despliega su dulzura y su temperamento tranquilo. Paisajes, líneas y colores muestran el mismo equilibrio. Dedicó una gran parte de su vida artística a decorar con frescos las celdas del convento de San Marco, donde vivió y donde ahora, convertido en el Museo dell’Angelico se conservan la mayor parte de sus obras. Allí se encuentran obras pintadas sobre madera y una serie de frescos (1438-1477) con escenas de la vida de Cristo.

San Agustín lavando los pies a Cristo de Murillo

San Agustín lavando los pies a Cristo de Murillo 


En el arte sacro se encuentra un destacado pintor: Bartolomé Esteban Murillo (Sevilla, 1617-Cádiz, 1682). Murillo tras una estancia en Madrid entre 1658 y 1660, en este último año intervino en la fundación de la Academia de Pintura, cuya dirección compartió con Herrera el Mozo. En esa época de máxima actividad recibió los importantísimos encargos del retablo del monasterio de San Agustín. En la imagen Jesús dirige unas palabras, San Agustín se queda mirando su cara con el signo de paz que brinda al peregrino a su paso, aparecen signos como la mitra, el báculo  la calavera, plumas, estos elementos tan fuertes en el pensamiento agustiniano como patristico latino. Lo mas importante del retablo es el fuerte significado del jueves santo, donde se fundamenta una virtud teologal: "la Caridad". Creo que es muy evidente que la virtud que San Agustín describe en toda su regla monástica es muy paulina y esta muy bien manifestada: "Un solo corazón y una sola alma".

Las Meninas de Velázquez

Las Meninas



Las meninas, o La familia de Felipe IV
Num. de catálogo
P01174
Autor
Velázquez, Diego Rodríguez de Silva y
Título
Las meninas, o La familia de Felipe IV
Cronología
1656
Técnica
Óleo
Soporte
Lienzo
Medidas
318 cm x 276 cm
Escuela
Española
Tema
Retrato
Expuesto
Si
Procedencia
Colección Real (Real Alcázar, Madrid, Cuarto bajo-pieza del despacho de verano, 1700, nº 286; Palacio Real Nuevo, Madrid, antesala de la Furriera, 1747, nº 4; Palacio Real Nuevo, Madrid, paso de tribuna y trascuartos, 1772, nº 4; Palacio Real Nuevo, Madrid, cuarto de la serenísima infanta-dormitorio, 1794, s.n.; Palacio Real, Madrid, pieza amarilla, 1814-1818, nº 4).Retrato de la infanta Margarita, hija de Felipe IV (1605-1665), rodeada de su servicio o “familia” en una sala del Alcázar de Madrid. 
El cuadro más famoso de Velázquez encierra una compleja composición construida a partir de una admirable habilidad para el uso de la perspectiva, de la plasmación de la luz y de la representación de la atmósfera. 

Las interpretaciones sobre el tema y la plasmación del mismo han sido múltiples. Las más numerosas subrayan la reivindicación de la nobleza de la pintura frente a las prácticas artesanales. Velázquez se autorretrata pintando el propio cuadro a la izquierda del lienzo, afirmando así la supremacía del arte de la pintura. La infanta Margarita (1651-1673), vestida de blanco, aparece rodeada en el centro de la composición por sus damas de compañía, las “meninas” María Agustina de Sarmiento e Isabel de Velasco, dos bufones de la corte, María Bárbola y Nicolasito Pertusato, y un perro mastín. Detrás de ella, aparecen conversando un guardadamas, la dueña Marcela de Ulloa, y, en la puerta, al aposentador José Nieto. Los reyes, Felipe IV y Mariana de Austria (1634-1696), se reflejan en el espejo del fondo, dando lugar a un juego espacial de extraordinaria complejidad.
Lo que se ve
El tema del cuadro parece trivial, la infanta y sus damitas de compañía (meninas en portugués) irrumpen en el estudio de Velázquez, pintor de cámara del rey Felipe IV, que se encuentra pensativo y observa los modelos que se dispone a pintar. Nosotros podemos ser esos modelos ya que somos contemplados por Velázquez. Sin embargo, los reyes Felipe IV y Mariana de Austria, a quienes vemos reflejados en el espejo del fondo, son las personas que el pintor retrata.
Pero vayamos por partes, en primer término y de izquierda a derecha tenemos a María Agustina Sarmiento que está haciendo una reverencia y ofreciendo en una bandeja plateada un jarrito o búcaro rojo a la infanta Margarita de Austria que se encuentra en el centro de la composición y resulta ser una deliciosa y encantadora niña de seis añitos de edad. Margarita acepta con su mano el jarrito y nos observa con su candorosa mirada infantil. Un poco más a la derecha vemos a otra menina, Isabel de Velasco, que también muestra sus respetos mediante una suave reverencia. La siguiente es Maribárbola, enana macrocéfala de origen alemán, que también nos mira y, finalizando este plano, Nicolasillo Pertusato, que parece un niño pero también era un enano, bastante travieso por cierto, pues ya ves que le está dando una patada a un gran mastín tumbado en el suelo.
Un poco más atrás, a la izquierda, está el pintor Velázquez sujetando un pincel en la mano derecha y la paleta con los demás pinceles en la izquierda. Se está inspirando para pintar a los reyes y se ha representado a sí mismo muy elegante y como de cuarenta años cuando ya rondaba los cincuenta y siete. Delante de él está la parte posterior del lienzo sobre un caballete.
Ahora pasas a la zona derecha y, en un segundo plano, ves dos personajes: la dama Marcela Ulloa, “guarda menor de damas” y un caballero sin identificar que sería un sirviente de la corte y que tiene las manos juntas mientras escucha la conversación de la dama. Para marcar la distancia y el espacio, Velázquez los sitúa a ambos en penumbra y más abocetados que las meninas.
Al fondo, una puerta de madera con cuarterones se abre a una estancia posterior muy iluminada y José Nieto, aposentador de la corte, está en las escaleras, no sabemos si viene o se va. Lleva un sombrero en la mano y viste una elegante capa negra. La luz es de tal intensidad que hace brillar la escalera, la puerta y la persona de José Nieto.
Colgado en la pared ves un espejo que refleja la luz y donde el rey y la reina aparecen con un cortinaje rojo. No sabemos si están quietos posando para Velázquez o si entran en ese momento en la habitación.
La estancia es amplia y de techo alto, sería el estudio del pintor y por eso hay grandes cuadros por las paredes (identificados en la actualidad). Existen ventanas en la pared derecha y están alternativamente abiertas y cerradas lo que nos acentúa la sensación de profundidad y de atmósfera real. El gran tamaño de las figuras, casi natural, subraya aún más su presencia en un espacio muy creíble.
La Técnica
Técnicamente el cuadro es insuperable. El conjunto de perspectivas utilizadas es único y produce un efecto “atmosférico” en el ambiente representado, como si el pintor hubiese pintado el aire entre las figuras. Vamos a analizarlo: la primera perspectiva que observas es la lineal, diversas líneas imaginarias o no (línea del techo-pared; cuadros colgados, el suelo) guían nuestra vista hacia el fondo y nos hacen creer en una fuerte tridimensionalidad. Este asombroso efecto se refuerza con un suelo neutro, de moqueta, que avanza hacia nuestra posición y, sobre todo, con unos espacios alternativamente iluminados y en penumbra que subrayan el efecto de alejamiento. La otra perspectiva es la aérea, la difuminación progresiva de los contornos y la degradación de las gamas tonales con el aumento de la distancia y el alejamiento. Como remate, Velázquez pone un agujero iluminado en el centro (la puerta abierta) que da a una estancia donde no vemos el fin, es decir, el cuadro tiene una perspectiva ilimitada.
Esta combinación de perspectiva aérea y lineal es lo que ha fascinado a todos, expertos o no, desde el siglo XVII.
La gama cromática empleada por Velázquez en esta obra es limitada y contenida, predominan los grises y los ocres, no obstante, aplica colores fuertes como el rojo fuego en pequeños detalles de la vestimenta de las niñas como lacitos, pasadores de pelo y adornos florales. De este modo rompe la monotonía de colores y atrae nuestra atención. La calidad de representación de las sedas brillantes con grises y blancos muy luminosos resultan de una belleza deslumbrante.
Lo que no se ve
Por otra parte, el espejo es la burla espacial por antonomasia, nos engaña y confunde, crea espacios ilusorios y, si te colocas de espaldas y miras el cuadro con un espejito, te llevarás una sorpresa por el efecto fuertemente realista que produce. Cuando contemplas el cuadro directamente, tu vista es dirigida hacia el fondo y el espejo te devuelve la imagen. Así se crea una interrelación tan estrecha entre lo pintado y lo real que resulta difícil distinguirlos.
La aparente trivialidad del tema es también engañosa ya que Velázquez estuvo toda su vida reivindicando la superioridad de la pintura por encima de las actividades puramente artesanales entre las que estaba incluída; él consideraba la pintura como una actividad intelectual superior, cuyo momento importante no era el acto de pintar sino la idea, el concepto y el pensamiento previos al hecho mecánico de aplicar el óleo sobre el lienzo. En resúmen, la superioridad del artista sobre el artesano.
Otro mensaje es el futuro prometedor de la monarquía española, con la sucesión asegurada. La última lectura de la obra sería la relación de profunda amistad del pintor con el rey y la infanta , todos ellos aparecen representados en el mismo cuadro.
Lo que puedes descubrir
Existen detalles que te proponemos observar para que comprendas la excepcionalidad de este cuadro único. Fíjate en el perro, tan real que sólo le falta ladrar, o en la carita delicadísima de la infanta, o en el cabello de Nicolasillo, brillante y recién lavado, o en la prestancia y apostura de Velázquez con su cuidado bigote, su peinada melena y su esbeltez anatómica. O bien en los cuadros de la estancia, identificados como Minerva y Aracne (Rubens) y Apolo y Pan (Jordaens) y que vuelven a incidir en el tema de la superioridad de lo intelectual sobre lo manual.
Hay que señalar que la obsesión del pintor por demostrar la superioridad de la pintura sobre otras artes perseguía, entre otras cosas, la exención de impuestos.
Interesante es también el espejo iluminado (de bronce muy bruñido) y las ventanas laterales, una abierta en primer término, las tres siguientes cerradas y la última abierta.
La leyenda
Un cuadro así no podía pasar desapercibido para la imaginación popular y el hecho que dio pie para inventar una bonita leyenda lo provocó la cruz de Santiago que lleva pintada Velázquez sobre su vestimenta. Sabemos que fue nombrado caballero de la Orden de Santiago a título póstumo en 1.660. eso significa que alguien se la pintó después de muerto en Las Meninas. Sería, según la tradición el propio rey Felipe IV, que, agradecido por los numerosos servicios de Velázquez como aposentador real y, sobre todo, como pintor, realizaría la cruz con su regia mano.

ANDRES SOLANO IMAGENES

CATEDRAL DE SAN PEDRO Y SANTA MARÍA EN COLONIA ANDRES SOLANO

CATEDRAL DE "SAN PEDRO Y SANTA MARÍA" EN COLONIA
La catedral de Colonia, es la gran obra maestra del gótico del Rin ‹‹Mágnum Opus›› pese a los 600 años en que se tardó en completar la obra, el estilo arquitectónico es uniforme en toda ella, es únicamente gótica. El río Rin a su paso por Colonia se ensancha para transitar por la extensa llanura de aluvión, desde su inicios era una fuente natural para el transito comercial entre Champagne y Flandes, también facilitaba el comercio con las ciudades del mar del Norte y del Báltico. Donde hay comercio hay ideas, esto hace que en Colonia se cree una casta de ricos mercaderes que monopolizan el gobierno de la ciudad.
Eran familias de los antiguos burgueses –Reicbürger–, que los había hecho sumamente poderosos, no solo por su control comercial, también porque tenían el apoyo de los campesinos que habían llegado a la ciudad huyendo del despotismo de los barones. Esta casta tenía el derecho exclusivo de dirigir las corporaciones y consejos de gremios.
Los inicios del obispado de Colonia se remontan al siglo IV con la elección de su primer obispo Maternus. Antes de la presente construcción gótica hubo otra iglesia que fue consagrada en el 870.
El arzobispo Rainal de Dassel trajo en 1164 las famosas reliquias de los Reyes Magos desde Milán a esta iglesia. Su sucesor el arzobispo Felipe de Heinsberg comenzó a construir el relicario para albergar las reliquias, obra del orfebre Nicolás de Verdum, esta obra de arte fue terminada en 1225.
La fama de las reliquias rápidamente se extiende por toda Europa y los peregrinos comienzan a llegar para adorar a los Reyes Magos, convirtiéndose la ciudad de Colonia en uno de los lugares de peregrinación más importante de la Edad Media. Es tal la fama de la iglesia que se decide su ampliación en 1248 siendo el arzobispo Honrad de Hochstaden. El nuevo proyecto abandona el estilo románico alemán para proyectarse por la nueva influencia moderna gótica procedente de las catedrales francesas. El proyecto era de una gran magnitud que superaba en sus dimensiones a todas las construcciones eclesiásticas de su época.
Las obras comenzaron y en 1265 se había terminado las capillas y el deambulatorio del coro. En 1300 se termino todo el coro mayor pero hay que esperar hasta 1322 para que se consagrase. En 1360 se comienzan las obras de la torre meridional pero se paralizan en la primera planta. En 1388 estaban concluidas las naves laterales del sur. A finales del siglo XV se abovedaron siete sectores de las naves laterales septentrionales. En 1560 se paran las obras, se podía usar parte del coro y la plata baja de las naves longitudinales y de la transversal. Se había pensado colocar el relicario de los Reyes Magos en la intersección de las naves de la catedral terminada.
La terminación de la catedral tuvo que esperar hasta el siglo XIX para que se reiniciasen las obras, fue Federico Guillermo IV de Prusia quien puso la primera piedra de la continuación de la obra y las obras concluyeron en 1880 cuando se colocó el florón cruciforme de la torre meridional dando por concluida la catedral, en presencia del emperador Guillermo I.
Las torres de 157 metros de altura es lo más destacado la fachada exterior, todo ello fue realizado en el siglo XIX, de la parte más antigua son 5 de las 8 estatuas de los santos y el tímpano con el Martirio de san Pedro, pertenecen a la segunda mitad el siglo XIV. El ábside también es muy destacado sustentado por contrafuertes, caen una multitud de arbotantes, pináculos y agujas. Las estatuas de las portadas laterales de transepto fueron realizadas recientemente.
El interior, la planta esta dividida en cinco naves, la central es mucho más ancha que las dos colaterales gemelas. Un ancho transepto formado por tres naves que miden 75 x 31 m. En el ala derecha, en los pilares, se pueden ver las estatuas de San Cristóbal y de la Virgen del siglo XV, en el muro de la izquierda se encuentra Agilophusaltar, obra flamenca del siglo XVI. La nave central da paso al coro rodeado por una la girola formada por cinco capillas radiales; esta sustentado por grandes arcos que se abren en ventanas germinadas y ventanales de 17 metros de altura. En los pilares se hallan las estatuas de Cristo, la Virgen y los Apóstoles realizadas entre 1270 y 1280. En el centro se encuentra la sillería, fue realizada en el siglo XIV, sobre las que corre un friso de pinturas al temple de la misma época: a la derecha, los emperadores romanos y escenas de la Virgen, los Reyes Magos y los Santos; a la izquierda, los arzobispos de Colonia y escenas de la vida de san Pedro, san Silvestre y Constantino. El altar mayor es una losa monolítica de basalto negro, de 4,25 x 2,15 m. cuya parte inferior esta decorada por un grupo escultórico que representa la Coronación de la Virgen, y estatuas de los Apóstoles. Detrás del altar se encuentra el Dreikonigenschrein –Cofre de los Reyes Magos– relicario de plata dorada, fue regalado por el emperador Otón IV, a finales del siglo XII, para guardar las reliquias de los Reyes Magos.
Comenzamos la visita por la nave lateral del evangelio (situado a la izquierda), si se sigue el itinerario se puede ver: Cinco vidrieras construidas en el siglo XVI, en la primera, donde se pueden ver: escenas de la pasión (arriba) san Lorenzo y la virgen María (abajo); en la segunda, habla de la leyenda de san Pedro y el árbol de Jesé (arriba), donde aparece en donador de la obra, se encuentra arrodillado con san Pedro y san Sebastián (abajo); en la tercera vidriera, la adoración de los pastores (arriba); patronos de la ciudad de Köln vestidos de caballeros: san Jorge, san Mauricio, san Gereon y san Albino (abajo); en la cuarta vidriera la adoración de los reyes Magos (arriba), san Pedro, la Virgen María, santa Isabel y san Cristóbal (abajo); y la ultima vidriera de la nave, coronación de la Virgen María (arriba), María Magdalena y san Jorge (abajo).
Antes de llegar al transepto hay un altar dedicado a la veneración de santa Clara, fue construido en el siglo XIV. Es el altar sacramental más antiguo de la catedral que se ha conservado en el tabernáculo incorporado. El altar es un tríptico que proviene del antiguo convento de las franciscanas de santa Clara y se trajo a la catedral en 1811.
Junto a la puerta norte de la catedral se encuentra la entrada al tesoro. En la parte superior báculos dorados cuyo numero corresponde a los años del arzobispo de Colonia.
A su lado se encuentra la Virgen de la Misericordia, también es conocida como la Virgen de la Joyas. Instalada en la pared delantera del mausoleo barroco de los tres Reyes Magos, creado en 1667 para la capilla central.
En la entrada a la girola o deambulatorio hay un mosaico en el pavimento según el proyecto de August Essenwein entre 1885 y 18925. La primera escena muestra al arzobispo Hildeboldo (+818), portando el modelo de construcción de la catedral anterior al actual.
El deambulatorio tiene siete capillas radiales del coro. Esta parte es la más antigua de la catedral, por aquí se empezó a construir en 1248. Separado pon una pared el coro inconcluso que pudo ser utilizado litúrgicamente en 1265.
Accediendo a la girola por la izquierda, la primera capilla se la llama la Cruz del Crucifijo de Gero, fue donada por el arzobispo Gero (+976). Se considera el crucifijo de tamaño más grande y antiguo que se conserva en occidente. Representa a Jesucristo muerto, es decir como salvador de la humanidad, y no como Cristo Rey o Cristo en el suplicio. Según la leyenda: el arzobispo Gero cerró una grieta que la había salido en el cabeza de crucifijo, mediante la introducción de una Sagrada Forma. A partir de ese momento se considero un crucifijo milagroso y como un objeto sagrada. El altar donde se encuentra actualmente la cruz fue donado por Enrique de Mering en 1683.
La siguiente capilla de Engelbertus tiene un mural con un epitafio del arzobispo Antonio de Schauenburg (+1558), de Cornelius Floris, originalmente se encontraba situado en el interior del coro.
Continuamos por la Capilla san Maternus, se encuentra la tumba del arzobispo Felipe de Heinsberg (+1191) fue construida en el año 1300, en su interior hay una representación de las murallas que tenia la ciudad en Colonia.
La Capilla de san Juan, contiene la tumba del arzobispo Honrad de Hochstaden (+1261), fue el arzobispo que puso la primera piedra para la construcción de la actual catedral gótica, esta capilla fue construida alrededor de 1265.
La capilla de los tres Reyes Magos, es la capilla central o capilla mayor, con motivo de la consagración del coro se instala en esta capilla el relicario de los Reyes Magos en 1322. A partir de ese momento se permitió la entrada al deambulatorio a los creyentes y a los peregrinos, esta zona hasta ese momento solamente podían visitarlas el clero y el cabildo de la catedral. En el centro se encuentra la vidriera que habla de la Biblia, es la más antigua de la catedral, construida en 1265, a la izquierda, esta la escena de los Reyes Magos; a la derecha esta la vidriera con la escena con san Pedro y san Maternus, construida en 1330.
En el contracoro se encuentra la tumba del arzobispo Dietrich de Moers (1463), atribuido al maestro de obras de la catedral Honrad Kuyn.
La siguiente capilla del deambulatorio, comenzando la parte derecha, la capilla de Santa Inés, donde se encuentra la tumba de Santa Imingardis de Suchtein (+1085), realizada en 1270.
La siguiente capilla es la de san Miguel, donde se encuentra la tumba del arzobispo Walram de Jülich (+1349).
La próxima capilla es la de San Esteban, aquí se encuentra la tumba del arzobispo Gero (976), fue construida en 1270. En la ventana cuelga la vidriera como bíblica, fue instalada en 1280, procedía de una antigua iglesia dominical. En el epitafio del mural corresponde con el arzobispo Adolfo de Schauenburg hace pareja con el instalado en la capilla de Engelbertus, situada enfrente de la girola.
La siguiente capilla de la girola se encuentra la tumba del arzobispo Friedrich de Saarwerdeb (+1414).
La capilla de la Virgen María, tiene un altar dedicado a los patronos de la ciudad de Colonia, construido por Esteban Lochner, en 1442, proviene de la antigua capilla instalada en el ayuntamiento. En su lugar se hallaba originalmente la Virgen Milanesa.
La siguiente capilla es la de la Virgen Milanesa, fue construida en 1290, en sustitución de la imagen milagrosa de la Virgen que fue traída en 1164 por Reinaldo de Dassel desde Milán a Colonia. Se venera como Virgen milagrosa porque es uno de los tres objetos sagrados más importantes de la catedral.
El coro interior, es el centro litúrgico, a su interior solamente podían tener acceso en la época medieval el arzobispo y el cabildo.
El Altar mayor fue construido en 1310, es uno de los más populares de la cristiandad en la Edad Media, solamente el arzobispo de Colonia el privilegio de celebrar la misa dirigida al pueblo.
El relicario de los Reyes Magos, fue llevado a este lugar entre 1190-1225. Su programa de imágenes no está dedicado a los Santos guardados en el relicario, sino abarca la historia de la salvación desde el principio del Antiguo Testamento hasta la venida apocalíptica de Jesucristo. A lo largo de los laterales, abajo, profetas y reyes como representantes del Antiguo Testamento hasta la venida apocalíptica de Jesucristo. Por encima de ellos, los apóstoles en calidad de representantes del Nuevo Testamento. En el frente, la adoración de los Reyes Magos, el bautismo de Jesús en el río Jordán y el regreso de Jesucristo. Como juez del mundo, las tres formas en que se representa el Señor (epifanía). En la parte trasera se ven, abajo, la flagelación y la crucifixión del Señor, y encima, la coronación de dos santos del interior del relicario de dos Mártires cuyas reliquias guardan también el relicario: san Félix y san Nabor.
La sillería del coro fue construida en 1308, tiene 104 sillas es la más grande y bonita de toda Alemania. Los Palenques del coro fueron construidos en 1340. Sobre los pilares del coro hay varias esculturas o relieves, fueron construidos en 1290, representan a Jesucristo y la Virgen Maria con 12 apóstoles.
Las vidrieras reales del coro fueron instaladas en 1310. Se representa a los 24 reyes de Judea y los 24 sabios del Apocalipsis. En el ventanal central la adoración de los tres Reyes Magos ante María con el niño. A la derecha una figura de san Cristóbal de 1470.
Más adelante, a la derecha, en la nave de la Epístola se encuentra el altar de Agilolphus, fue construido en Amberes en 1520, proviene de la antigua Colegiata santa María ad Gradus.
Las vidrieras de la nave de la Epístola se las llaman Bávaras, fueron donadas en 1722 por el rey Luis I de Baviera, fueron colocadas en 1848, la primera, representa el sermón de san Juan Bautista (arriba), y los altos personajes: Carlomagno, Federico Barbarroja, Elena, Constantino (abajo); la siguiente, habla de la adoración de los pastores y los Reyes Magos (arriba, los profetas: Isaias, Geremías, Ezquiel y Daniel (abajo); la siguiente vidriera, el descendimientos de la cruz (arriba), los cuatro evangelistas (abajo) y la siguiente, Pentecostés (arriba), los cuatro santos Padres (abajo); y la ultima vidriera de la nave derecha lapidación de san Esteban (arriba) y Santos (abajo). 

domingo, 30 de junio de 2013

Diferencias y semejanzas entre la arquitectura gótica y románica

El estilo gótico es la evolución del románico, por lo tanto es posible identificar con facilidad  los elementos que éste aportó al primero, el cual también rompió con diversas características propias de su antecesor; son estas diferencias, algunas sutiles y otras marcadas con mayor fuerza, las que permiten al espectador diferenciar entre una construcción gótica y  una románica.



En mi opinión, la solidez de los muros es primordial para poder llevar a cabo dicha tarea, puesto que la estructura de las construcciones románicas es la de grandes fortalezas con adornos sencillos como lo son los arcos ciegos; la del gótico es más estilizada y delgada, esto gracias a la ayuda de los arbotantes, cuya función es la de sostener el peso de los muros, en ambos estilos se puede apreciar el uso de contrafuertes, mientras que la aparición de torres terminadas en pináculos es exclusiva del gótico.



Si bien los rosetones comen
zaron a fabricarse antes de que el gótico surgiera fue en él donde alcanzaron mayor auge, pues una de las características de este estilo es la entrada de luz al recinto, siguiendo esta idea se fabricaron grandes vitrales dando origen a los claristorios, los cuales contrastan totalmente con las diminutas ventanas embocinadas que se usaron en el románico. 




Los elementos utilizados para las puertas son los mismos en ambos estilos: el dintel que soporta el peso del tímpano adornado con enormes esculturas representando temas religiosos, múltiples arquivoltas sobre él, unidas con las jambas que actuaban como columnas a los lados formando en conjunto un arco en cuyo centro hay un parte luz.





La bóveda de cañón utilizada en el románico, sería remplazada por la bóveda de crucería, a la cual dio origen, lo mismo ocurriría con el arco de medio punto, gran herencia romana que el gótico dejaría atrás para usar su característico arco ojival.







Forma de cruz latina tiene la planta románica que está conformada por tres naves, uno o dos transeptos y una girola al fondo, en el gótico habrá elementos que serán excluidos conforme evoluciona el estilo: se hacen más delgadas las naves, la de en medio será la más alta y algunas construcciones carecen de girola.




 









María de Jesús Godínez Maciel

domingo, 23 de junio de 2013

Sainte Chapelle


 


La Sainte Chapelle es una iglesia de estilo gótico construida entre 1242 y 1248 para albergar las reliquias de la Pasión de Cristo, compuestas por la Corona de Espinas y un trozo de la Santa Cruz. Se encuentra situada en la Île de la Cité.




El pasado de la Sainte Chapelle

Con la compra de las Sagradas Reliquias a los emperadores de Costantinopla, Luis IX logró que el prestigio de París creciera a nivel mundial, convirtiéndose en la segunda capital de la cristiandad. Las reliquias costaron el triple que la construcción de la iglesia


El santuario está compuesto por dos plantas; a la capilla superior sólo podían acceder el rey y sus allegados, y fue el lugar en el que se colocaron las reliquias. La capilla inferior, mucho más discreta y menos luminosa, era el lugar de culto del personal del palacio.

Aunque durante el periodo revolucionario la Sainte Chapelle sufrió numerosos destrozos, las valiosas vidrieras lograron mantenerse a salvo gracias a que fueron cubiertas por grandes archivadores.

A pesar de haber sido construida como un relicario, en la actualidad no guarda ninguna de las reliquias que albergaba tras su construcción, sino que las que sobrevivieron a la Revolución fueron depositadas en el Tesoro de la Catedral de Notre Dame.
 
La capilla superior
La capilla superior de la Sainte Chapelle fue construida como un relicario monumental, por lo que está decorada suntuosamente con esculturas y enormes vidrieras que inundan la estancia de luz y color.

Las quince vidrieras que apenas dejan espacio a las escasas paredes, están compuestas por 1.113 escenas que narran la historia de la humanidad, desde el Génesis hasta la Resurrección de Cristo.

La capilla inferior
Mucho más modesta que la capilla superior, la capilla de la parte baja está presidida por la estatua de la Virgen, patrona del santuario. La decoración polícroma del interior, donde predominan el color rojo y el azul trata de reproducir la decoración medieval original.

En el ábside (parte de la iglesia situada en la cabecera)  de la izquierda aún se conserva un fresco de la Anunciación realizado en el siglo XIII, que compone el mural más antiguo de la ciudad.

Una construcción diferente

Aunque no es comparable a Notre Dame, la Sainte Chapelle es una joya del arte gótico siendo considerada una de las obras cumbre de la arquitectura gótica, y su construcción a base de vidrieras resulta muy peculiar, por lo que no suele defraudar a sus visitantes.

Rosales Anaya, R.R.

CÓDIGO DE HAMMURABI 

El Código de Hammurabi, creado en el año 1760 a. C. (según la cronología media) por el rey de Babilonia Hammurabi, es uno de los conjuntos de leyes más antiguos que se han encontrado y uno de los ejemplares mejor conservados de este tipo de documentos creados en la antigua Mesopotamia. 

Estas leyes, al igual que sucede con casi todos los códigos en la Antigüedad, son consideradas de origen divino,  representa la imagen tallada en lo alto de la estela, donde el dios Shamash, el dios de la Justicia, entrega las leyes al rey Hammurabi. De hecho, anteriormente la administración de justicia recaía en los sacerdotes, que a partir de Hammurabi pierden este poder. Por otra parte, conseguía unificar criterios, evitando la excesiva subjetividad de cada juez.

Escrito en acadio, su prólogo y el epílogo están redactados en un lenguaje más cuidado y con la finalidad de glorificar al dios babilonio Marduk y, a través de él, a su rey.
El rey ordenó que se pusieran copias de este Código en las plazas de cada ciudad para que todo el pueblo conociera la ley y sus castigos, para lo cual el cuerpo de la ley se expresa en lenguaje claro, del pueblo.
El rey de Babilonia Hammurabi (1722-1686 a. C. según la cronología breve o 1792-1750 a. C. según la cronología media) pensó que el conjunto de leyes de su territorio tenía que escribirse para complacer a sus dioses.
El Código de Hammurabi está grabado en una estela de diorita de 2,25 metros de altura. En la zona superior está representado Hammurabi en bajorrelieve, de pie, delante del dios del Sol de MesopotamiaShamash, el principal de la ciudad sumeria de Larsa. Debajo aparecen, inscritos en caracteres cuneiformes acadios, las leyes que regían la vida cotidiana.
Las leyes del Código de Hammurabi (numeradas del 1 al 282, aunque faltan los números 66–99 y 110–111.)



                

                           


Perla Villegas Meza.
Primer curso.  Historia del Arte.